Mantener la salud de un astronauta durante un viaje espacial es crucial. Múltiples estudios han observado diversos cambios en el microbioma intestinal y la salud fisiológica.
Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) sufrieron cambios en las comunidades microbianas de sus intestinos, nariz y piel.
Además, se han observado alteraciones en las células del sistema inmunitario de los astronautas, con cambios en los neutrófilos, los monocitos y las células T.
Las mezclas de probióticos ayudan a abordar estos problemas de salud causados durante los vuelos espaciales al inhibir la adherencia de patógenos, mejorar la función de barrera epitelial reduciendo la permeabilidad y producir un efecto antiinflamatorio.
Al exponerse a la microgravedad, las mezclas de probióticos mostraron una fase de latencia más corta, un crecimiento más rápido, una mayor tolerancia a los ácidos y resistencia a la bilis.
Se probó la estabilidad de una cápsula liofilizada de Lactobacillus casei cepa Shirota en la ISS durante un mes y se demostró que mejora la inmunidad innata y equilibra la microbiota intestinal.
El uso de esporas liofilizadas de B. subtilis resulta ventajoso para los vuelos espaciales de larga duración porque cumple todos los aspectos probados para los probióticos comerciales en condiciones simuladas, ya que tiene una estabilidad mejorada.
Estos resultados demuestran la necesidad de seguir estudiando el efecto de los probióticos en condiciones simuladas de microgravedad y vuelo espacial.
Estos resultados pueden ser útiles para superar los efectos causados por la disbiosis del microbioma intestinal y los problemas que puedan surgir durante los vuelos espaciales.
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