El microbioma intestinal tiene funciones metabólicas, tróficas y protectoras, y puede modificarse en condiciones patológicas y mediante la administración exógena de mezclas de probióticos.

Los probióticos se definen como microorganismos vivos que resisten las secreciones gástricas, biliares y pancreáticas, se adhieren a las células entéricas y colonizan el intestino humano.

En los últimos veinte años la investigación se ha centrado en la identificación del papel de las mezclas probióticas en la salud y la enfermedad, y en los requisitos de las cepas bacterianas para convertirse en producto probiótico que pueda comercializarse.

Los probióticos pueden comercializarse como suplementos nutricionales, productos farmacéuticos o alimentos, pero la comercialización como producto farmacéutico requiere mucho tiempo, una investigación compleja y costosa, la demostración de un objetivo terapéutico bien definido y pruebas de estabilidad.

Esta revisión examina los pasos secuenciales de la investigación que, desde la identificación de una posible cepa probiótica, conducen a su producción y comercialización, resumiendo todo el proceso existente tras su desarrollo, pasando por su crecimiento en laboratorio, los estudios realizados para probar su resistencia a las secreciones humanas y su estabilidad, las tecnologías de microencapsulación y las pruebas de seguridad.

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