
EL EJE INTESTINO-HÍGADO
Existe una comunicación bidireccional entre el intestino y el hígado. Estos dos órganos se comunican a través de la vía biliar y la vena porta.
Los productos del hígado influyen en la composición de la microbiota intestinal, pero ésta también influye en la salud del hígado.
El hígado produce ácidos biliares primarios que luego se excretan en el intestino a través de la vesícula biliar, que contribuyen a la absorción de la grasa de de los alimentos y también son importantes para preservar la homeostasis microbiana.
Cuando los ácidos biliares llegan al colon, la microbiota intestinal puede transformar una parte de los ácidos biliares del hígado en ácidos biliares secundarios. Una microbiota intestinal alterada puede modificar el equilibrio entre ácidos biliares primarios y secundarios, lo que a su vez puede alterar la homeostasis microbiana hepática. secundarios, lo que a su vez puede alterar la señalización hepática y el metabolismo del colesterol.
La permeabilidad intestinal también es un componente importante en el mantenimiento de la salud hepática. La barrera intestinal está compuesta por células específicas llamadas enterocitos, que están estrechamente unidas para mantener la impermeabilidad del intestino. Sin embargo, algunos componentes externos como la dieta (consumo de alcohol o una dieta grasa), el estrés, la actividad física intensa o los cambios en la microbiota intestinal pueden alterar la función de la barrera intestinal, permitiendo que microorganismos oportunistas o compuestos microbianos entren en la vena porta, una vena que está directamente conectada con el hígado.
Estos compuestos microbianos y microorganismos oportunistas, tras llegar al hígado, pueden modificar las interacciones normales entre el intestino y el hígado y sentar las bases de un metabolismo anormal y de la salud de las células hepáticas.
Por lo tanto, es importante mantener esta barrera que es clave para conservar la salud del hígado, junto con muchos otros órganos.
La microbiota intestinal también influye en varios ciclos metabólicos que pueden repercutir en la salud del hígado:
-La colina es un nutriente esencial que se encuentra en los alimentos y que es importante para el mantenimiento del metabolismo hepático. Un uso adecuado por parte de un microbioma intestinal normal puede conducir a niveles saludables de grasa en el hígado, apoyando la salud a largo plazo del huésped.
-El butirato es un ácido graso de cadena corta producido por las bacterias intestinales que facilita el mantenimiento de la barrera intestinal. Los niveles saludables de butirato producidos por una microbiota intestinal sana, conducen a una función de barrera intestinal fuerte, manteniendo las interacciones normales entre el intestino y el hígado.

¿CÓMO PUEDEN AYUDAR LOS PROBIÓTICOS A MANTENER LA SALUD DEL HÍGADO?
Los probióticos, a través de sus diversos modos de acción, pueden participar en el mantenimiento de la salud hepática. En primer lugar, los probióticos pueden ayudar a mantener la integridad de la barrera intestinal para las interacciones normales entre el intestino y el hígado. Al competir con microorganismos oportunistas, producir productos antimicrobianos y unirse a las células epiteliales, se ha demostrado que los probióticos participan en el mantenimiento de la integridad de la barrera intestinal. Los probióticos también pueden contribuir al mantenimiento de una microflora sana para mantener un metabolismo adecuado de la colina, los ácidos biliares y los ácidos grasos de cadena corta para un hígado sano. Al mantener una microflora intestinal sana, los probióticos pueden ayudar a mantener un metabolismo adecuado de la colina, que contribuye a la excreción de VLDL en el hígado y permite un metabolismo normal de los triglicéridos (principal componente de las grasas). Al mantener una microflora intestinal sana, los probióticos pueden ayudar a mantener el metabolismo de los ácidos biliares, lo que permitirá el ciclo normal del metabolismo del colesterol. Por último, una microbiota intestinal sana permite la producción normal de butirato por parte de las bacterias intestinales, lo que contribuye al mantenimiento de la integridad de la barrera intestinal.
Los probióticos para otros usos distintos de la alimentación y los suplementos dietéticos también mostraron resultados prometedores en el tratamiento de enfermedades hepáticas, como el hígado graso no alcohólico (HGNA). Se ha demostrado que la ingesta de probióticos modifica la microflora intestinal y mejora los parámetros hepáticos y sanguíneos entre los pacientes con hígado graso, tal y como aparece en los siguientes ensayos clínicos realizados en humanos.

Bibliografía:
Malaguarnera M, Vacante M, Antic T, Giordano M, Chisari G, Acquaviva R, Mastrojeni S, Malaguarnera G, Mistretta A, Li Volti G, Galvano F. Bifidobacterium longum with fructooligosaccharides in patients with non alcoholic steatohepatitis. Dig Dis Sci. 2012 Feb;57(2):545-53. doi: 10.1007/s10620-011-1887-4. Epub 2011 Sep 8. PMID: 21901256.
Un total de 66 pacientes fueron divididos al azar y por igual en dos grupos, un grupo recibió Bifidobacterium longum y modificación del estilo de vida y fue comparado con el otro grupo con modificación del estilo de vida solamente.
Los pacientes que utilizaron B.longum redujeron significativamente el TNF-α, la PCR, los niveles séricos de GOT (AST), el HOMA-IR, la endotoxina sérica, la esteatosis y el índice de actividad de Esteatosis no hepática.
Javadi, L. (2017). The effect of probiotic and/or prebiotic on liver function tests in patients with nonalcoholic fatty liver disease: a double blind randomized clinical trial. https://www.semanticscholar.org/paper/The-E%EF%AC%80ect-of-Probiotic-and-or-Prebiotic-on-Liver-in-Javadi-Ghavami/7bdf9a5856c66db686effff4bd048a2f4cef8e70
En este ensayo clínico doble ciego, placebo-control con 75 sujetos con hígado graso no alcohólico.Los participantes fueron asignados aleatoriamente en 4 grupos.
El grupo 1 recibió Bifidobacterium longum (BL) y Lactobacillus acidophilus (LA), el grupo 2 recibió inulina prebiótica , el grupo 3 recibió probiótico y el prebiótico, y el grupo 4 recibió un placebo durante 3 meses.
La suplementación con probióticos y prebióticos mejoró las enzimas transaminasas y mejoró el grado de hígado graso en pacientes con hígado graso no alcohólico.
Honda, Y., Kessoku, T., Sumida, Y., Kobayashi, T., Kato, T., Ogawa, Y., Tomeno, W., Imajo, K., Fujita, K., Yoneda, M., Kataoka, K., Taguri, M., Yamanaka, T., Seko, Y., Tanaka, S., Saito, S., Ono, M., Oeda, S., Eguchi, Y., Aoi, W., … Nakajima, A. (2017). Efficacy of glutathione for the treatment of nonalcoholic fatty liver disease: an open-label, single-arm, multicenter, pilot study. BMC gastroenterology, 17(1), 96. https://doi.org/10.1186/s12876-017-0652-3
El estudio fue un ensayo piloto multicéntrico, abierto, de un solo brazo, con treinta y cuatro pacientes diagnosticados de hígado graso no alcohólico. Todos los pacientes se sometieron primero a una intervención para mejorar sus hábitos de vida (dieta y ejercicio) durante 3 meses, seguida de un tratamiento con glutatión (300 mg/día) durante 4 meses. Se evaluaron sus parámetros sanguíneos y la grasa y fibrosis hepáticas antes y después del tratamiento con glutatión.
Disminuyeron significativamente los niveles de GOT( ALT, triglicéridos, ácidos grasos no esterificados y ferritina.
Irie, M., Sohda, T., Anan, A., Fukunaga, A., Takata, K., Tanaka, T., Yokoyama, K., Morihara, D., Takeyama, Y., Shakado, S., & Sakisaka, S. (2016). Reduced Glutathione suppresses Oxidative Stress in Nonalcoholic Fatty Liver Disease. Euroasian journal of hepato-gastroenterology, 6(1), 13–18. https://doi.org/10.5005/jp-journals-10018-1159
Se incluyeron en el estudio cinco pacientes con hígado graso y diez con esteatohepatitis no alcohólica. Se administraron 300 miligramos diarios de glutatión por vía oral a los pacientes.
El presente estudio piloto demostró que la terapia antioxidante con glutatión puede reducir el estrés oxidativo patológico en el hígado en esteatohepatitis no alcohólica, previniendo la progresión de hígado graso a esteatohepatitis no alcohólica.
Aller, R., De Luis, D. A., Izaola, O., Conde, R., Gonzalez Sagrado, M., Primo, D., De La Fuente, B., & Gonzalez, J. (2011). Effect of a probiotic on liver aminotransferases in nonalcoholic fatty liver disease patients: a double blind randomized clinical trial. European review for medical and pharmacological sciences, 15(9), 1090–1095.
Ensayo clínico aleatorizado doble ciego con 30 pacientes.Un comprimido de Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, con un diseño clínico aleatorizado, mejoró los niveles de aminotransferasas hepáticas en pacientes con hígado graso.
Abhari, K., Saadati, S., Yari, Z., Hosseini, H., Hedayati, M., Abhari, S., Alavian, S. M., & Hekmatdoost, A. (2020). The effects of Bacillus coagulans supplementation in patients with non-alcoholic fatty liver disease: A randomized, placebo-controlled, clinical trial. Clinical nutrition ESPEN, 39, 53–60. https://doi.org/10.1016/j.clnesp.2020.06.020
En un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, cincuenta y tres pacientes con hígado graso fueron asignados aleatoriamente a recibir una cápsula de sinbiótico o una de placebo durante 12 semanas.
Se demostró que la ingesta diaria de una cápsula de sinbiótico con B. coagulans e inulina, junto con modificaciones del estilo de vida (dieta y ejercicio), es superior a las modificaciones del estilo de vida por sí solas en la reducción de la hepatoestatosis y el nivel sérico de TNF-a en pacientes con hígado graso.