Se realizó una prueba de estabilidad de una mezcla de nueve cepas de lactobacilos probióticos en una bebida comercial de frutas almacenada a 4 °C durante un máximo de 80 días.
El pH de la bebida era de 4,2, lo que permitió una buena estabilidad de la mezcla de probióticos durante el almacenamiento.
Lactobacillus rhamnosus parecía más estable que Lactobacillus acidophilus en este medio, pero la estabilidad seguía dependiendo principalmente de la cepa.
Los estudios de espectrofotometría mostraron que, en general, los cultivos presentaban tasas de crecimiento más elevadas a medida que el pH aumentaba de 3,8 a 4,2. Se observó una correlación (P = 1) entre el pH y el crecimiento de los cultivos.
Existía una correlación (P = 0,037) entre la estabilidad durante el almacenamiento en la bebida y la capacidad de las cepas para crecer a pH 4,2, pero la relación no era fuerte (R2 = 0,49).
Se seleccionó una mezcla probiótica que contenía cuatro cepas para estudiar su resistencia a condiciones gastrointestinales (GI) simuladas.
Se compararon los cultivos frescos con los obtenidos tras 35 días de almacenamiento a 4 °C.
La viabilidad en presencia de sales biliares al 0,3% o de enzimas pancreáticas no se vio afectada por el almacenamiento refrigerado previo.
Sin embargo, los probióticos analizados después de 35 días de almacenamiento a 4 °C en la bebida de frutas presentaron, por término medio, pérdidas de viabilidad 1,2 log superiores a las de los probióticos frescos cuando se expusieron a una incubación de 2 h a pH 2,0 para simular un estrés gástrico.
Fuente del articulo:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0963996908000616
Fuente de la imagen usada en el articulo:
Imagen de stockking en Freepik